Lo que el futón nos dejó – diseños tradicionales y occidentales

Si se le pregunta a un japonés conocedor de sus tradiciones, lo que nosotros llamamos futón es para ellos una variante más del sillón. Es que hay unas cuantas diferencias entre uno y otro. En primer lugar, el relleno del colchón. Éste suele consistir en espuma, lo cual les da un grosor casi equivalente a un colchón típico y silvestre. 

Además, los futones japoneses no tienen el doble uso que le damos a nuestros futones. En occidente, éstos se estructuran sobre bastidores que permiten transformarlos en cama o en sillón según las necesidades y la hora del día. Por supuesto, esto brinda un resultado híper funcional, sobre todo para casas pequeñas de un solo ambiente, o para recibir huéspedes con frecuencia.

El futón estilo occidental es prácticamente un sillón grande, equivalente a un sillón de tres cuerpos pero entero, es decir, sin divisiones en el medio. En este caso, también se contabilizan los cuerpos, a diferencia de que se lo hace en sentido horizontal.

Puntualmente, lo que hay que tener en cuenta a la hora de adquirir uno de estos mobiliarios para el descanso, es el sistema de apertura. Los futones de tres cuerpos permiten una mejor distribución del peso de la persona, a la vez que son más fáciles de armar y desarmar. Eso sí, suelen requerir de un espacio considerable a la hora de desplegarse.

Los futones en versión occidental están emparentados con los sillones-cama, éstos últimos pueden ser del tipo nido, que son aquellos que se pliegan sobre sí mismos de modo que uno puede dejar la cama prácticamente armada dentro del mueble. Los sillones tipo nido han cobrado fama de ser muy incómodos para el cuerpo, más allá de lo práctico que resulte su sistema.

Por su parte, los futones occidentales son los que se pliegan o despliegan como bisagras. Cuando funcionan como sillones, la estética es netamente occidental. Lo que lo emparenta a su primo japonés es la estructura de madera con rejillas transversales.

A su vez, en tanto que el futón tradicional japonés consiste en un colchón dentro de una funda como pieza entera, los sillones pueden poseer almohadones más altos. 

Pero, entonces ¿qué define al futón japonés tradicional? Una de las características es el tipo de colchón, altamente flexible y de funda de tejidos de punto que permiten enrollarlo durante el día y desenrollarlo al caer la noche. Es que en Japón, estas camas van a parar a un armario o a un rincón durante el período diurno.

En la imagen vemos un colchón característico de la tradición japonesa, el cual incluye también la almohada. En su versión típica, estas almohadas iban rellenas de granos o cereales, como el trigo. Por otra parte, en lugar de la estructura de madera, los futones tradicionales reposan para su uso en los tatami, suelos elevados similares a tarimas que durante el día cumplen diversas funciones.

En la imagen vemos una espectacular versión de reposera que combina las dos culturas, ya que el colchón puede usarse solo o como acolchado para el asiento.

Otra bellísima apuesta por lo tradicional, con el agregado propio de nuestros días globalizados de una estructura con respaldo. De este modo, el futón pasa de ser tradicional a ser un híbrido de estética impactante.

Claro que en este caso, el color claro del colchón requiere de un cuidado especial, dado que se utiliza apoyado directamente en el suelo. Quizás el colchón sea un tanto más corpulento que aquellos usados en el tradicional Japón. Sin embargo, comparte el hecho de estar a una baja altura, inscribiéndose a una cultura experta en los planos inferiores para el desplazamiento cotidiano.

Violeta y verde, exacta combinación de diseño y color para activar la creatividad. Acá podemos ver con claridad cómo funciona este sistema que combina lo moderno con lo tradicional de los futones japoneses. Como vemos, el espacio que ocupa es mínimo, es decir, el equivalente a una cama de dos plazas. 

Por otra parte, al estar apoyado en el suelo evita las uniones que sí poseen los futones o sillones-cama occidentales. El cuerpo se sentirá mucho más agradecido durmiendo acá, y hasta se sentirá tentado de dormir en este futón todos los días. Es que ni siquiera hace falta el tatami o tarima. Hoy en día, el colchón en el suelo es una solución cada vez más buscada por los jóvenes.

Si bien originalmente se guardaba en armarios o en rincones de la casa, el futón japonés propiamente dicho, al poseer un diseño como el sensacional ejemplo de la foto, puede ser usado, durante el día, como puf.

Otro seductor color, vibrante también, para un futón japonés que se adapta a todo tipo de diseño de interiores.

Por supuesto que los futones nuestros, los sillones desplegables occidentales, permiten un sinfín de usos a la hora de ocupar un lugar en el living.

Quizás la diferencia básica a tener en cuenta para elegir entre el futón tradicional y el occidental sea que uno requiere de mayor espacio en tanto el otro apenas si ocupa un pequeño sector de la habitación durante el día, desplegándose como una placentera cama a la hora de dormir. 

Espero que hayan tomado nota y puedan decidirse por uno u otro, ya sea para ahorrar espacio en un ambiente único o monoambiente, o para alojar huéspedes. Y por supuesto, no olviden conjugar forma y color con el diseño y la decoración propios de cada habitación.