Carta de presentación, primera impresión, cara visible de nuestro hogar y de nosotros mismos. Todo eso es la fachada de nuestra casa. Por eso es vital que luzca bonita, atractiva y agradable; y con buenas ideas y poco esfuerzo no es difícil de lograr.
En este libro de ideas te proponemos ideas prácticas, sencillas y eficaces para decorar la entrada del hogar y que luzca maravillosa.
Como lo dijimos más arriba, no es necesario un esfuerzo sobrehumano para que la fachada de nuestra casa luzca atractiva, lo importante será cuidar los detalles y, quizás, agregar algún elemento decorativo clave. En este primer diseño, una maceta de barro artesanal es un detalle que aporta calidez y encanto a esta entrada.
Un camino de entrada siempre es una buena opción para una fachada con un buen recibimiento y bienvenida. Aquí una propuesta muy sencilla, con piedritas y tablones de madera, pero no por eso menos encantadora.
Un detalle más que sencillo pero igual de transformador: una pequeña alfombra o felpudo, colorido y llamativo.
Las plantas son grandes aliadas para darle vitalidad y color a la fachada, y si armamos un marco verde en la puerta, aún más.
No es del todo habitual encontrar fuentes de agua en la entrada de una casa y justamente por eso, será una idea novedosa y atrayente.
Una escultura, un cuadro o cualquier otra pieza de arte será un gran acierto en la entrada de una casa.
Un revestimiento de piso original y particular le dará un toque personal a la fachada de nuestra casa. Es lo que logra el piso adoquinado de esta imagen.
La presencia de la madera es casi una garantía de cálido y buen recibimiento. Aquí se observa en el marco de la puerta y ventanas y en el piso combinado con las piedritas.
El color, bien utilizado, siempre suma personalidad y alegría en cualquier ambiente de la casa. En esta fachada se combinó con un diseño de cerámicos, creativo y llamativo.
Un agregado llamativo e imponente para una gran primera impresión: grandes maceteros decorativos reciben a los invitados y parecen resguardar la entrada de la casa.
No importan las dimensiones de la fachada de la casa, siempre se puede logar una buena primera impresión. Aquí un ejemplo donde la estrechez es luminosa y cálida.
Aún con grandes dimensiones puede lograrse una entrada acogedora y familiar con el agregado de cómodas sillas y vegetación circundante colorida y refrescante.
Una fachada que parece de cuento de hadas. El color de la puerta y el agregado de pequeñas macetas floridas en el frente son el detalle romántico y soñador.
Una fachada no ostentosa, con líneas rectas y modernas donde el equilibrio está dado por las plantas a los costados.
Otra fachada moderna y neta equilibrada y desestructurada con las distintas macetas con coloridas flores.
Si querés seguir recorriendo fachadas, te proponemos este otro libro de ideas.