Colchones ¿cómo decidirnos por el mejor?

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No hay nada que se pueda comparar a tener un buen descanso durante la noche. Con solo recordar alguna ocasión en la que hemos padecido insomnio, nos basta para apreciar los beneficios de un grato dormir. Nos levantamos con más energía porque hemos recargado las baterías gastadas y nuestro cuerpo nos agradece haber dejado atrás el cansancio y el ritmo acelerado, lleno de tensiones y preocupaciones que tan mal nos hace a la salud.

Uno de los elementos que es de vital importancia para que alcancemos recuperar fuerzas por la noche, es el colchón. Nunca estaremos desperdiciando dinero o gastando demasiado cuando nos referimos a este aliado que nos acompañará por un largo tiempo. Invertir en uno de buena calidad que se adapte a las necesidades de nuestra espalda sobretodo, puede ser un logro maravilloso e impagable. En el libro de ideas de hoy nos aventuraremos en el mundo de los colchones para guiarte a decidirte por  el modelo conveniente y con más ventajas.

Los hay de resortes

Parece ser que la tradicional manera de acostarnos sobre un colchón para dormir nos llegó a través de los pueblos árabes. Cuando ingresó a Europa después de las cruzadas, se solía confeccionar relleno de lana y era necesario dejarlo al aire, en la mañana,  para orearlo adecuadamente. Hoy esta idea nos resulta una antigüedad, incómoda y no muy placentera, ya que la tecnología ha evolucionado para que podamos disfrutar de los beneficios de los colchones de resortes. Aunque en el mercado son los más solicitados no siempre son las mejores opciones para nuestra columna vertebral. No solo es importante la cantidad de muelles que contenga-si son individuales o de alambre continuo- y que el soporte del colchón sea de buena calidad sino además que esté recubierto por telas acolchadas y fuertes.

Bienaventurado el látex

Hay que estar atento a lo que el mercado nos vende como cien por ciento latex, porque tal vez creemos que estamos comprando una cosa y resulta ser otra. Este material se extrae de la resina de un árbol asiático y si el colchón que elegimos está confeccionado totalmente de este elemento natural, entonces será realmente ecológico. Si en cambio, presenta un porcentaje de latex sintético significa que deriva del petróleo. Generalmente, vienen en una combinación proporcionada de ambos.

Las ventajas que nos ofrece un colchón de esta materia prima es su comodidad porque  se caracteriza por ser muy elástico, ideales para quienes no pueden acomodarse en uno de propiedades más duras. Sin embargo, son más sensibles a la humedad y necesitan siempre  una funda que los recubra para un mejor rendimiento.

Innovación necesaria

Una vez más es asombroso observar los logros de la tecnología en relación a nuestro bienestar a la hora de dormir. El confort se hace realidad de la mano de la revolución viscoelástica,  un elemento sensible a la temperatura que permite que el colchón cuente con memoria para acomodarse  magistralmente a nuestro cuerpo. Es decir, reproduce la forma del cuerpo como si fuera una matriz exacta, lo que permite un sueño más tonificante porque no presenta puntos de presión y  no necesitamos alternar diferentes posturas para descansar mejor.

No hay que olvidarse girarlo cada tres meses y contar con la protección de una funda que deje lugar a la transpiración.

La espuma tiene lo suyo también

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Si los resortes no son de nuestro agrado o preferimos un colchón más firme al tacto que preserve la ergonomía del cuerpo, entonces los colchones de espuma son una variable que se ajustará a nuestras necesidades de comodidad y bienestar. Los hay más o menos densos, según la preferencia de los usuarios. Todo depende de la cantidad de poliester y la altura del colchón. Sin embargo, dicen los que saben que a mayor densidad, mayor será la resistencia a hundirse con el peso anatómico.

Si la transpiración durante la noche es una preocupación constante, debemos constatar la calidad de la espuma porque  puede provocar calor. 

Resistencia o blandura

Claro que el gusto y la preferencia siempre dictaminan la decisión que tomaremos cuando elegimos  algo. Con los colchones sucede lo mismo. Sobretodo si hablamos de la firmeza que nos ofrece cada materia prima con la que está confeccionado. Pero es posible considerar importante algunos detalles que se relacionan con el núcleo y con la resistencia primera que nos transmite al contacto. 

Si es de resortes, nos detendremos más a chequear lo grueso del acero y si es de latex o de espuma, en su densidad. Además, de acuerdo a la edad  y al peso de la persona que lo disfrutará, dependerá si es necesario que sea más mullido o más duro. Lo más importante para sopesar es que nunca nuestra columna debería permanecer arqueada durante el reposo. 

Este encantador diseño de Michael Thonet nos muestra una variable densa y confortable.

La confianza en el sommier

Cuando lo que nos concierne es poder gozar de un buen descanso que nos reconforte de forma completa, se hace imprescindible integrar un colchón de suprema calidad con una estructura sólida que haga de sostén firme. Esto es lo que normalmente conocemos como sommier, un bastidor de madera o metálico donde se ajustan unas láminas de madera de manera transversal. 

La tecnología aquí nos ofrece un abanico de posibilidades que tendrán relación directa con el número y el ancho de las  tablillas para que resulte ser más duro.   En esta colorida recámara , los profesionales de  RL.Decoarq nos muestran el confort de esta combinación perfecta.

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