Cómo mejorar tu recibidor ¡en 6 pasos!

Armando Cerra Armando Cerra
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Hacer un vestíbulo acogedor se podría decir que es el objetivo de cualquier diseñador de interiores o propietario que emprenda la labor de modificar o acondicionar esa sala de la vivienda. Un vestíbulo es la presentación de nuestra casa, no solo para nuestras visitas, sino incluso para nosotros mismos, que hemos de ser quién más veces sintamos una buena acogida ahí, como si nuestra mente supiera que una vez allí se olvidan los malos ratos que se han podido pasar en el exterior, y ha llegado la hora de sentirse bien, relajado y con los tuyos. Es decir, para lograr sentirse como en casa, el paso previo es tener un vestíbulo acogedor.

​Sed bienvenidos

Entrar en esta casa es dejarse envolver en una atmósfera tan limpia como la que crean sus paredes pintadas en blanco y una carpintería lacada en el mismo color. Luego aparece el toque hogareño en los cestos de mimbre, los cojines para sentarse cómodamente mientras uno se quita los zapatos, un perchero en el que siempre ha de haber un hueco para el abrigo de los visitantes, y una pizarra donde apuntar lo imprescindible del día a día. Si con todo esto, hay alguien que llega a este hogar y todavía no siente una cálida bienvenida, ya no es problema del diseño de interiores, sino de esa persona que difícilmente va sentirse bien acogido en ningún sitio.

​Un pedazo de patio rural en la ciudad

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Esta composición aparentemente nos recuerda a la entrada a una hacienda o a una vivienda rural, pero sin embargo los elementos que la constituyen pueden tener una perfecta cabida en el vestíbulo de una casa en la ciudad, y sin duda constituye una propuesta diferente para un vestíbulo que sobre todo transmite unas buenas vibraciones a todo aquel que llegue. Un gran árbol sobre un macetero de vidrio semienterrado que nos recuerda el patio interior de una casona, dos cómodos butacones de aires clásicos nos dan la bienvenida, y en la parte alta de la pared, un retranqueo del muro, la pintura azul y un efecto lumínico nos hace pensar que estamos al aire libre. Sin duda, un vestíbulo creativo, diferente, atractivo, y desde luego acogedor.

​Una rusticidad diferente

Dentro de una ambientación de inspiración rural y tradicional, podemos encontrar este otro conjunto muy rústico donde ha desparecido cualquier atisbo de sofisticación, una idea que imperaba en la propuesta anterior. Sin embargo, eso no significa que nos se puedan transmitir unos mensajes similares, que en el caso de los vestíbulos siempre giran torno a la idea de una acogida positiva. Aquí vemos tan solo un detalle de ese vestíbulo, pero solo con eso nos basta para hacernos de una idea y saber que en esa casa gusta lo artesanal, lo añejo y lo auténtico. Y todo ello simplemente con la presencia de dos cuencos de madera, que lo mismo sirven para entrar leña al hogar, como papelera, como paragüero o como barquilla para llevarnos un poco de la fruta que gustosamente nos den los propietarios de la vivienda. Y junto a esos cestos, un banco, que pese a su antigüedad sigue siendo útil pase el tiempo que pase y entre quién entre en esa casa.

​Una bienvenida a la estilo de Escandinavia

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Podéis optar por la calidez del blanco como en la primera de nuestras propuestas, por los efectos de luz y color como en la segunda, o recurrir a la rusticidad más auténtica de la tercera. O puedes ser acogedor de una forma diferente, al mismo tiempo que extraordinariamente moderno, como vemos aquí. En este vestíbulo de inspiración escandinava se combina y transforma todo. Una mesa aparador amarilla, simple y minimalista. Unas paredes de ladrillo pintadas en blanco, con su aspecto de vetusto, que contrasta con la isla negra en el centro del espacio. El negro de este volumen llama poderosamente la atención y sobre todo realza cualquier elemento decorativo que se coloque sobre él, e incluso sirve para que quede bien claro el mensaje que le damos a todo aquel que venga a nuestra casa: Bienvenido.

​Un vestíbulo de aires romanos y mediterráneos

Cuando se califica de mediterráneo cualquier conjunto decorativo, sala o mobiliario siempre está implícita una idea de confort, de saber vivir, de buenas sensaciones, y claro si esa catalogación se aplica a un recibidor, y lo llamamos vestíbulo mediterráneo, eso se deberá al tipo de mobiliario que compone la estancia y a la atmósfera que se crea en ese espacio. En este caso, el mobiliario también remite inmediatamente al Mare Nostrum, con esa silla de tijera inspirada en la Antigüedad grecolatina, algo que todavía queda mucho más claro con la réplica de un capitel y parte de un fuste de columna. No obstante, también la vegetación, el juego de colores y rombos del embaldosado, ese juego de colores repetido en los tonos de las paredes, y la arcada de medio punto que da paso a la vivienda propiamente. Todos, cualquiera de estos elementos significan bienvenida, está usted en su casa.

​Lo más tópico y típico

homify حديقة

Aquí ya no estamos ante el vestíbulo más tradicional, sino que el primer contacto con la casa  que vamos a visitar lo tenemos en su porche externo. Se supone que hemos subido dos o tres escalones de madera para llegar a él, y ya estamos junto al timbre de la puerta de entrada a la casa. Pero ahí, a nuestro lado tenemos en este columpio de aspecto romántico y acogedor. Y desde luego que estamos dudando. ¿Llamamos al timbre para que nos abran o aprovechamos y nos sentamos un ratito en este columpio para apreciar mucho mejor esa peculiar idea de vestíbulo y su calidez? Un columpio que rápidamente nos recuerda a los vistos en muchas películas, y es que es una creación de Casa Bruno, unos fabricantes cuyo nombre comercial no engaña: Casa Bruno American Home Decor.

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