El techo falso, o cielo raso como también es conocido, es el elemento constructivo que va situado a cierta distancia del techo real en la construcción, por lo general o en la mayoría de las ocasiones se utiliza para cubrir tuberías o cableados, o hasta para usarlo meramente como decoración.
Este se construye mediante piezas prefabricadas, que pueden ser de aluminio, acero o PVC, que se colocan a una cierta distancia y que son soportadas por fijaciones metálicas. Entre las múltiples ventajas de este techo está, que suele ser bastante económico, de material ligero y ecológico. Existen diversos tipos de cielo raso, de madera, de escayola, metálico, vinil y acrílico.
Entre sus ventajas está que se puede limpiar con facilidad, por ende se convierte en un ahorro a largo plazo. Si quieres saber cómo se instala, sigue leyendo hasta el final.
El primer paso consiste en la instalación del soporte, donde se utilizan perfiles de aluminio o galvanizado ligeros para hacer una especie de esqueleto de toda la estructura, o armazones. Estos se fijan al concreto real mediante pernos disparados con una pistola de pólvora especial.
Una vez que se tiene este armazón, se debe hacer toda la instalación del cableado electrico para asegurar que se tiene cada punto marcado.
Luego de que hemos armado la estructura, el cableado, se procede a fijar las láminas de dry- wall, en este caso ese fue el material seleccionado, con tornillos autoperforantes. Las láminas
Finalizamos con la imagen de Estudio de Arquitectura Clariá & Clariá cómo debe quedar el resultado final. Como comentamos en el inicio, el techo de cielo raso, tiene múltiples ventajas, por lo general son decorativas, para embellecer las habitaciones, incluso funciona para equilibrar la temperatura de los espacios.