Muebles antiguos: tendencia actual

Belén F. Escribano Belén F. Escribano
Muebles, J J غرفة السفرة
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Lo viejo está de moda. Todo lo vintage, desde ropa hasta coches o música (hola de nuevo, discos de vinilo), es ahora tendencia. Esto no iba a ser menos para los muebles y el diseño de interiores. El mobiliario antiguo tiene clase, y mezclarlo con cosas nuevas aporta un eclecticismo sano que, irónicamente, rejuvenece los ambientes. Por eso queremos mostrar en este artículo algunas formas de “envejecer” la casa para que sea más moderna. ¿Paradójico? Sí, pero resultón. Veamos algunas formas hacerlo de la mejor manera posible.

El comedor de la nostalgia

He aquí otro ejemplo: un comedor completo. La madera pintada es el pasado, sí, y justamente a eso nos agarramos aquí. Una vieja mesa de madera, rodeada de sillas igualmente de madera azules. Repintada en este caso, pero usando los tonos suaves que tuvieron antaño. El color crema y los azules pastel nos recuerdan a los 70 y 80, igual que la forma de las patas con esas tallas redondeadas. Un comedor vintage que traerá recuerdos de “cómete la sopa” a más de uno.

Sillas de otra época

Las sillas viejas nos traen recuerdos de la infancia a casi todos. Esas sillas de madera pintada, que ahora presentan zonas algo resquebrajadas y con la pintura mellada. Ahora esa silla es un complemento perfecto en el salón, donde nos da un aire de nostalgia y un punto diferenciador. Eso sí, es recomendable usar un cojín, a ser posible algo que también nos traiga recuerdos. O mantenerla como mera decoración, que es otra posibilidad. En cualquier caso, esa sensación de regreso al pasado siempre gusta.

La casa de la abuela en la tuya

¿Quién no ha ido a casa de la abuela y se ha sentado en una butaca como esta, con esos reposabrazos de madera dura, en ocasiones con una almohadilla de gomaespuma, y con ese estampado de flores de los cincuenta? Pues bien colocado en el salón, ahora son tendencia. Ese aire se complementa con una alfombra en tonos pardos que evoque los mismos recuerdos. La casa de los abuelos puede ser un buen lugar de donde sacar ideas para la nuestra propia, y este es un buen caso a tener en cuenta.

¿Escobas? Sí, escobas

Vale, no son el último grito en decoración, pero no hay que pasar por alto que un par de escobas pueden servir para dar un toque divertido y original. Bien apoyadas en la pared como si fueran de uso habitual o colgadas a modo de espadas cruzadas, por ejemplo, pueden aportar tanto el toque clásico como una bizarrada simpática con aires de dibujo animado. Es un poder insospechado en un elemento de limpieza, que ahora se convierte en objeto de decoración.

Carteles de paredes de hace cincuenta años

Vamos al objeto de decoración viejo por excelencia: los carteles antiguos. Este es solo un ejemplo, un cartel de un personaje de cómic, el Capitán América, que se empleó durante la Segunda Guerra Mundial para animar a la población a que se uniese al ejército. Pues ahora se convierte en una buena herramienta para decorar cualquier habitación de la casa, tanto salón como dormitorios, e incluso dado el caso hasta la cocina o el baño. Hay millones de carteles que pueden encontrarse en casi cualquier tienda de decoración y que de una forma u otra nos remitirán al pasado de una forma verdaderamente bella.

Café a la antigua

La mesa camilla. Esa mesa vieja, que habitualmente se cubría con un tapete de ganchillo y cuyo cristal, más grande que la mesa, más de un susto nos ha dado al apoyarnos sin querer y pensar que aguantaría nuestro peso sin caerse. Culpa de la sana creencia de que cristal y tablero medirían lo mismo. La madera envejecida y el cristal son cosa de los 60, pero ahora mismo es una bonita opción para usarla como mesa de café. Solo queda el tapete de ganchillo, como decíamos antes, y una lata de pastas para tener el conjunto completo.

Guardando el presente en el pasado

Otro mueble que se recicla hasta la saciedad y que podemos reutilizar tanto por su uso como para adornar son las cómodas y alacenas. He aquí el ejemplo: madera raída, con un barnizado claro que se ha ajado con el paso del tiempo y con unas molduras que se veían hace cincuenta años más o menos. Pues hoy podemos ponerla en nuestra cocina o en el dormitorio para ayudarnos con el almacenaje y además darle un punto de estética antigua a la casa esté donde esté.

Cocinamos como ayer

Vamos a una parte donde la decoración se cuida menos y donde lo viejo aún puede darnos ideas verdaderamente sorprendentes y que nos dejarán sorprender a propios y ajenos. Por ejemplo, la cocina que estamos viendo en la foto. Utensilios de aspecto vetusto, ladrillo visto y muebles de madera vieja. Un horno grande, con puertas de metal forjado. Una cocina que más que en una casa moderna podría estar en una casa de un pequeño pueblo del interior, pero con esa belleza rústica que muchos buscan en sus propias casas.

Para leer en la cama como nuestros padres

Una cosa que no se nos podía olvidar: las lámparas. Tanto de pared como de pie. En este caso tenemos una lámpara clásica de pared, con una pantalla blanca de motivo floral y un gancho curvo, de metal marrón oscuro que imita la madera noble. Muy típica en los dormitorios de los ochenta para iluminar una zona concreta, por ejemplo para leer por la noche, o en los cuartos de baño para dar una luz más directa delante del espejo. La pantalla blanca, no obstante, sirve aquí como difusor lanzando a su alrededor una luz más suave, que crea sombras menos definidas. Un buen mueble clásico y viejo para un dormitorio.

Trabajar en casa hoy como se hacía antes

Muebles, J J غرفة السفرة خزانات وبوفيه

Para cerrar, tenemos este precioso escritorio de madera pintada en azul turquesa. Los colores desgastados son síntoma de que no es precisamente un mueble de IKEA, sino que más bien está en casa de uno de nuestros progenitores desde sus tiempos de estudiante. Lo podríamos usar tanto de escritorio como tal, porque de seguro que la madera maciza aguanta lo que le echen aún durante un par de décadas, como de puro adorno. Incluso si nos viene un ramalazo para el bricolaje podemos repintarla, para lo que sería recomendable usar un tono igualmente poco saturado que no rompa la estética vintage. ¿Es o no es hora de visitar los desvanes de nuestros antepasados para sacar todo mueble viejo para adornar nuestra casa?

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