7 hábitos que harán que tu casa esté siempre limpia

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¿A quién no le gusta la sensación tan agradable que produce el tener una casa ordenada y limpia? Para cualquiera es importante que haya un orden en el hogar, sin obsesionarse ni entrar en manías, pero con una cierta disciplina con la que evitemos el caos y podamos disfrutar del orden y la  colocación. Mantener la casa ordenada tiene muchos beneficios, como por ejemplo, menos preocupaciones, menos tensiones y estrés, más paz y comodidad, más espacio para lo que es importante, menos mantenimiento…  Las tareas de ordenar y limpiar la casa, a veces pueden complicarse, especialmente cuando hay niños pequeños o el grado de ocupación profesional o doméstico es elevado. En cuanto te despistas unos días ya vuelve a surgir el desorden por algún lado de la casa. En homify siempre estamos dispuestos a echarte una mano y en este artículo te proponemos unos cuantos consejos para que tu casa permanezca en orden de limpieza durante el mayor tiempo posible.

1. Intenta colocar cada cosa en su sitio

Cuando llegues a casa no dejes la cartera, el bolso u otros objetos repartidos por toda la casa. Ten un poco de disciplina y guarda el abrigo en el ropero, el bolso en el armario y deja las llaves y la cartera en el mueble de la entrada. Mantén las superficies planas libres de objetos y asigna un lugar para cada uno de ellos.

2. No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy

Las tareas de orden que vas posponiendo al final acaban por acumularse y cuanto más trabajo se acumula, más pereza da hacerlo. Por eso, es importante fijarse una rutina de tareas que realices en el mismo momento en que surja la necesidad de hacerlas, así evitarás retrasarlas y que se te acumule el trabajo.

3. Ataca el baño todos los días

De sobra sabemos que la limpieza del baño es desagradable y aburrida, pero no queda más remedio que acometerla. Si lo hacemos todos los días, será mucho menos incómodo realizarlo el día siguiente porque se habrá acumulado mucha menos suciedad. Una vez más, el hábito juega a nuestro favor.

4. Haz la cama y ventila el dormitorio

Para ventilar una habitación apenas se necesitan 10 minutos. Durante ese tiempo, puedes ducharte, asearte, preparar el desayuno o cualquier otra tarea. A continuación vuelves al dormitorio, cierras la ventana y haces la cama. Y casi sin darte cuenta, tienes la habitación lista para al noche siguiente. Como ves, no cuesta tanto. 

5. Limpia platos y cubiertos después de cada comida

Intenta evitar que se acumulen cacharros en el fregadero. Ya sabemos que es otra de esas tareas ingratas, pero si no lo hacemos después de cada uso, se van acumulando hasta formar una pila y entonces sí que resulta mucho más tedioso. Al fin y al cabo, fregar un par de platos no nos lleva demasiado tiempo y la satisfacción posterior del deber cumplido compensa con creces el esfuerzo.

6. Coloca una cesta para la ropa sucia

Tener un cesto para la ropa sucia hará que cada prenda no esté por su lado en el baño o el dormitorio. No es sólo una cuestión de orden y limpieza, también de higiene, la ropa sucia desprende más olores que si los contenemos en un mismo recipiente evitamos que contaminen el resto de la casa. El baño o el cuarto de lavandería son los lugares más adecuados para este fin.

7. Planifica los días destinados a una limpieza a fondo

Hay dos tipos de limpieza: la diaria, inevitable y obligada, y otra limpieza a fondo en la que tenemos que abordar el interior de armarios, por encima de las cornisas de los muebles o por debajo de éstos, determinados rincones y superficies de difícil acceso. Lo mejor es planificarse periódicamente estas tareas, una o dos veces al mes, y evitar llevarse desagradables sorpresas por haber dejado pasar demasiado tiempo sin abordar una limpieza en profundidad

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