En homify nos encanta compartirte proyectos de restauración, remodelación y reformas porque, a diferencia de los proyectos que comienzan de cero, éstos nos permiten descubrir las muchas posibilidades que tienen nuestras propiedades, reconocer detalles que no habíamos tomado en cuenta y darle nuevo valor y vida a elementos que creíamos inservibles. Nos ayudan a ver nuestras viviendas de otra forma y a sacarles el mayor provecho.
Pues bien, en esta ocasión veremos la transformación de un patio y terraza de descanso en una casa rústica, en Argentina. La obra estuvo a cargo del equipo de diseñadores de interiores Milena Oitana, bajo las premisas de ampliar y unificar espacios, recuperar y mantener elementos originales y comunicar visualmente los interiores con el exterior. ¿Quieres saber cómo era y cómo quedó? ¡Acompáñanos a través de estas fotografías!
En esta zona cubierta se encontraba el área de descanso, una mesita con sillas para tomar el café de la tarde o el desayuno por la mañana, pero la verdad no se antojaba mucho…
Además de un pozo, había otros elementos de carácter rústico que había que rehabilitar para que funcionaran estéticamente pero también para alargar su vida útil. Esta pileta se revistió de azulejos que mezclan los nuevos colores de las paredes y los pisos: salmón, marrones, ocre. Un pequeño rinconcito se generó gracias a la restauración del ladrillo aparente en el muro y la apertura de una puerta tipo francés que comunica una habitación con la zona. Detalles de fresco verde adornan y colorean el lugar bellamente.
Si necesitas ideas para integrar una fuente en tu patio, aquí tienes ¡7 estilos de fuentes sensacionales!
La vivienda, de marcado estilo rústico, contaba con un patio central cuya intención original era servir como patio de luz y conector entre los espacios interiores, como una especie de vestíbulo y descanso. Pero realmente no funcionaba así, no se relacionaba con los interiores directamente, ni siquiera se alcanzaba a apreciar desde adentro, no iluminaba, no ventilaba y no inspiraba a pasar ahí más de lo indispensable para llegar a otra habitación: la humedad había hecho de las suyas, la pintura y el ladrillo se encontraban deteriorados y las grietas y desprendimientos creaban una atmósfera más de abandono que de descanso.
¡Por fin el patio obtuvo su reconocimiento! El proyecto de reforma lo convirtió en el lugar consentido de la casa, en un nuevo protagonista, fresco y colorido. Para eso se realizaron diversos trabajos de reparación, se restauraron los muros y las estructuras, se cambiaron los pisos y se marcaron nuevos e interesantes encaminamientos. Los colores, delicados y claros, hacen lucir la vegetación que se integró por medio de macetas y macetones. El pozo decorativo se ubicó en un lugar central, permitiendo visuales completas desde el interior de la casa. Los recorridos ahora son más fluidos y divertidos.
La zona de patio y terraza era bastante amplia, tanto que daba lugar a una sección descubierta con fuente y un porche para ubicar plantas en macetones, incluso tenía un pozo decorativo. A un costado de éste, una zona cubierta parecía tener la intención de funcionar como terraza, pero más que lucir iluminada naturalmente se veía oscura y sin chiste.
La zona protegida que antes no era para nada antojable se ha convertido en una terraza deliciosa, con un ambiente acogedor que realmente comunica todos los espacios y se convierte en una zona de transición en donde se antoja quedarse a pasar más de un par de minutos.
Se colocaron algunas sillas amplias y cómodas, unas tumbonas, unos farolitos colgantes muy románticos, de marcado estilo rústico. Las ventanas y puertas se sustituyeron por otras más amplias y transparentes, con marquetería de madera blanca, resaltando entre el suave color salmón.
Ahora la terraza es un sitio cómodo, agradable, íntimo y fresco, ¡genial!